PRIMERA PARTE DE LA INTRODUCCIÓN
AVISOS Y EJERCICIOS PARA CONDUCIR EL ALMA
DESDE SU PRIMER DESEO DE AMAR
A DIOS HASTA DETERMINARSE POR ENTERO A AMARLO
Capítulo I
Descripción de la verdadera devoción
Capítulo II
Propiedad y excelencia de la devoción
Capítulo III
Que la devoción es conveniente a toda clase de vocaciones y profesiones
Capítulo IV
De la necesidad de un director para entrar y avanzar en la devoción
Capítulo V
Que es menester comenzar por la purificación del alma
Capítulo VI
De la primera purificación, que es la de los pecados mortales
Capítulo VII
De la segunda purificación, que es la del afecto al pecado
Capítulo VIII
De como se ha de hacer esta segunda purificación
Capítulo IX
Meditación 1ª: De la creación
Capítulo X
Meditación 2ª: Del fin para el cual hemos sido creados
Capítulo XI
Meditación 3ª: De los beneficios de Dios
Capítulo XII
Meditación 4ª: De los pecados
Capítulo XIII
Meditación 5ª: De la muerte
Capítulo XIV
Meditación 6ª: Del juicio
Capítulo XV
Meditación 7ª : Del infierno
Capítulo XVI
Meditación 8ª: El paraíso
Capítulo XVII
Meditación 9ª : A manera de elección del paraíso
Capítulo XVIII
Meditación l0ª: A manera de elección que el alma hace de la vida devota
Capítulo XIX
Cómo se ha de hacer la confesión general
Capítulo XX
Promesa auténtica para grabar en el alma la resolución de servir a Dios y concluir los actos de penitencia
Capítulo XXI
Conclusión para esta primera purificación
Capítulo XXII
Qué es necesario purificarse del afecto al pecado venial
Capítulo XXIII
Qué hemos de purificarnos del afecto a las cosas inútiles y peligrosas
Capítulo XXIV
Qué hemos de purificarnos de las malas inclinaciones
Capítulo I
De la necesidad de la oración
Capítulo II
Breve método para meditar, y primeramente de la presencia de Dios, primer punto de la preparación
Capítulo III
De la invocación, segundo punto de la preparación
Capítulo IV
De la proposición del misterio, tercer punto de la preparación
Capítulo V
De las consideraciones, segunda parte de la meditación
Capítulo VI
De los afectos y propósitos, tercera parte de la meditación
Capítulo VII
De la conclusión y ramillete espiritual
Capítulo VIII
Algunos avisos útiles sobre la meditación
Capítulo IX
De las sequedades que nos vienen en la meditación
Capítulo X
La oración de la mañana
Capítulo XI
De la oración de la noche y del examen de conciencia
Capítulo XII
El retiro espiritual
Capítulo XIII
De las aspiraciones, oraciones, jaculatorias y buenos pensamientos
Capítulo XIV
De la santa misa y cómo se ha de oír
Capítulo XV
De otros ejercicios públicos y en común
Capítulo XVI
Que es menester honrar e invocar a los santos
Capítulo XVII
Cómo se ha de escuchar y leer la palabra de Dios
Capítulo XVIII
Cómo se han de recibir las inspiraciones
Capítulo XIX
De la santa confesión
Que cada año conviene renovar los buenos propósitos con los ejercicios siguientes
Capítulo II
Consideración sobre el inmenso beneficio que Dios nos hace al llamarnos a su servicio, según la promesa ya citada
Capítulo III
Del examen de nuestra alma sobre el avance en la vida devota
Capítulo IV
Examen del estado de nuestra alma con relación a Dios
Capítulo V
Examen de nuestro estado con relación a nosotros mismos
Capítulo VI
Examen del estado de nuestra alma con relación al prójimo
Capítulo VII
Examen sobre los afectos de nuestra alma
Capítulo VIII
Afectos que es menester excitar después del examen
Capítulo IX
Consideraciones oportunas para renovar nuestros buenos propósitos
Capítulo X
Primera consideración: de la excelencia de nuestras almas
Capítulo XI
Segunda consideración: de la excelencia de las virtudes
Capítulo XII
Tercera consideración: del ejemplo de los santos
Capítulo XIII
Cuarta consideración: del amor que Jesucristo nos tiene
Capítulo XIV
Quinta consideración: del amor eterno de Dios a nosotros
Capítulo XV
Afectos generales sobre las anteriores resoluciones, y conclusión del ejercicio
Capítulo XVI
De los sentimientos que es menester conservar después de este ejercicio
Capítulo XVII
Respuesta a dos objeciones que pueden hacerse acerca de esta «Introducción»
Capítulo XVIII
Tres últimos e importantes avisos para esta «Introducción»
De como se ha de hacer esta segunda purificación
Capítulo IX
Meditación 1ª: De la creación
Capítulo X
Meditación 2ª: Del fin para el cual hemos sido creados
Capítulo XI
Meditación 3ª: De los beneficios de Dios
Capítulo XII
Meditación 4ª: De los pecados
Capítulo XIII
Meditación 5ª: De la muerte
Capítulo XIV
Meditación 6ª: Del juicio
Capítulo XV
Meditación 7ª : Del infierno
Capítulo XVI
Meditación 8ª: El paraíso
Capítulo XVII
Meditación 9ª : A manera de elección del paraíso
Capítulo XVIII
Meditación l0ª: A manera de elección que el alma hace de la vida devota
Capítulo XIX
Cómo se ha de hacer la confesión general
Capítulo XX
Promesa auténtica para grabar en el alma la resolución de servir a Dios y concluir los actos de penitencia
Capítulo XXI
Conclusión para esta primera purificación
Capítulo XXII
Qué es necesario purificarse del afecto al pecado venial
Capítulo XXIII
Qué hemos de purificarnos del afecto a las cosas inútiles y peligrosas
Capítulo XXIV
Qué hemos de purificarnos de las malas inclinaciones
SEGUNDA PARTE DE LA INTRODUCCIÓN
PARA ACERCARSE A DIOS POR LA ORACIÓN Y LOS SACRAMENTOS
Capítulo I
De la necesidad de la oración
Capítulo II
Breve método para meditar, y primeramente de la presencia de Dios, primer punto de la preparación
Capítulo III
De la invocación, segundo punto de la preparación
Capítulo IV
De la proposición del misterio, tercer punto de la preparación
Capítulo V
De las consideraciones, segunda parte de la meditación
Capítulo VI
De los afectos y propósitos, tercera parte de la meditación
Capítulo VII
De la conclusión y ramillete espiritual
Capítulo VIII
Algunos avisos útiles sobre la meditación
Capítulo IX
De las sequedades que nos vienen en la meditación
Capítulo X
La oración de la mañana
Capítulo XI
De la oración de la noche y del examen de conciencia
Capítulo XII
El retiro espiritual
Capítulo XIII
De las aspiraciones, oraciones, jaculatorias y buenos pensamientos
Capítulo XIV
De la santa misa y cómo se ha de oír
Capítulo XV
De otros ejercicios públicos y en común
Capítulo XVI
Que es menester honrar e invocar a los santos
Capítulo XVII
Cómo se ha de escuchar y leer la palabra de Dios
Capítulo XVIII
Cómo se han de recibir las inspiraciones
Capítulo XIX
De la santa confesión
Capítulo XX
De la comunión frecuente
Capítulo XXI
Cómo se ha de comulgar
Capítulo I
De la elección que conviene hacer en cuanto al ejercicio de las virtudes
Capítulo II
Continuación del mismo razonamiento sobre la elección de las virtudes
Capítulo III
De la paciencia
Capítulo IV
De la humildad exterior
Capítulo V
De la humildad más interior
Capítulo VI
Que la humildad hace que amemos nuestra propia abyección
Capítulo VII
Cómo se ha de conservar el buen nombre practicando, a la vez, la humildad
Capítulo VIII
De la amabilidad para con el prójimo y de los remedios contra la ira
Capítulo IX
De la dulzura con nosotros mismos
Capítulo X
Que es menester tratar los negocios con cuidado, pero sin afán ni inquietud
Capítulo XI
De la obediencia
Capítulo XII
De la necesidad de la castidad
Capítulo XIII
Avisos para conservar la castidad
Capítulo XIV
De la pobreza
Capítulo XV
Cómo ha de practicar la pobreza real el que es rico de hecho
Capítulo XVI
Manera de practicar la pobreza de espíritu
Capítulo XVII
De la amistad y, en primer lugar, de la que es mala y frívola
Capítulo XVIII
Los amoríos
Capítulo XIX
De la verdadera amistad
Capítulo XX
De la diferencia entre la amistad verdadera y las amistades falsas
Capítulo XXI
Advertencia y remedios contra las malas amistades
Capítulo XXII
Algunas otras advertencias sobre las amistades
Capítulo XXIII
De los ejercicios de la mortificación exterior
Capítulo XXIV
De las conversaciones y de la soledad
Capítulo XXV
De la decencia en los vestidos
Capítulo XXVI
Del hablar, y primeramente cómo hay que hablar con Dios
Capítulo XXVII
De la honestidad en las palabras y del respeto debido a las personas
Capítulo XXVIII
De los juicios temerarios
Capítulo XXIX
De la maledicencia
Capítulo XXX
Algunos otros avisos acerca del hablar
Capítulo XXXI
De los pasatiempos y recreaciones, y, en primer lugar, de las que son lícitas y laudables
Capítulo XXXII
De los juegos prohibidos
Capítulo XXXIII
De los bailes y pasatiempos que son peligrosos
Capítulo XXXIV
Cuándo se puede jugar y bailar
Capítulo XXXV
Que es necesario ser fiel en las ocasiones grandes y en las pequeñas
Capítulo XXXVI
Que es menester tener el criterio justo y razonable
Capítulo XXXVII
Los deseos
Capítulo XXXVIII
Aviso a las personas casadas
Capítulo XXXIX
De la honestidad del tálamo nupcial
Capítulo XL
Aviso a las viudas
Capítulo XLI
Una palabra a las vírgenes
Capítulo I
Que no hay que hacer caso de las palabras de los hijos del mundo
Capítulo II
Que es menester tener buen ánimo
Capítulo III
De la naturaleza de las tentaciones y de la diferencia que hay entre el sentir la tentación y el consentir en ella
Capítulo IV
El sentir y el consentir; dos bellos ejemplos acerca de este punto
Capítulo V
Aliento para el alma que se encuentra tentada
Capítulo VI
De qué manera la tentación y la delectación pueden ser pecado
Capítulo VII
Remedio contra las grandes tentaciones
Capítulo VIII
Que es menester resistir a las tentaciones pequeñas
Capítulo IX
Cómo se han de remediar las pequeñas tentaciones
Capítulo X
Cómo se ha de robustecer el corazón contra las tentaciones
Capítulo XI
De la inquietud Capítulo XII
De la tristeza
Capítulo XIII
De los consuelos espirituales y sensibles y cómo hay que conducirse en ellos
Capítulo XIV
De las sequedades y esterilidades espirituales
Capítulo XV
Confirmación y aclaración de lo que hemos dicho, con un ejemplo notable
De la comunión frecuente
Capítulo XXI
Cómo se ha de comulgar
TERCERA PARTE DE LA INTRODUCCIÓN
AVISOS NECESARIOS PARA EJERCITAR LAS VIRTUDES
Capítulo I
De la elección que conviene hacer en cuanto al ejercicio de las virtudes
Capítulo II
Continuación del mismo razonamiento sobre la elección de las virtudes
Capítulo III
De la paciencia
Capítulo IV
De la humildad exterior
Capítulo V
De la humildad más interior
Capítulo VI
Que la humildad hace que amemos nuestra propia abyección
Capítulo VII
Cómo se ha de conservar el buen nombre practicando, a la vez, la humildad
Capítulo VIII
De la amabilidad para con el prójimo y de los remedios contra la ira
Capítulo IX
De la dulzura con nosotros mismos
Capítulo X
Que es menester tratar los negocios con cuidado, pero sin afán ni inquietud
Capítulo XI
De la obediencia
Capítulo XII
De la necesidad de la castidad
Capítulo XIII
Avisos para conservar la castidad
Capítulo XIV
De la pobreza
Capítulo XV
Cómo ha de practicar la pobreza real el que es rico de hecho
Capítulo XVI
Manera de practicar la pobreza de espíritu
Capítulo XVII
De la amistad y, en primer lugar, de la que es mala y frívola
Capítulo XVIII
Los amoríos
Capítulo XIX
De la verdadera amistad
Capítulo XX
De la diferencia entre la amistad verdadera y las amistades falsas
Capítulo XXI
Advertencia y remedios contra las malas amistades
Capítulo XXII
Algunas otras advertencias sobre las amistades
Capítulo XXIII
De los ejercicios de la mortificación exterior
Capítulo XXIV
De las conversaciones y de la soledad
Capítulo XXV
De la decencia en los vestidos
Capítulo XXVI
Del hablar, y primeramente cómo hay que hablar con Dios
Capítulo XXVII
De la honestidad en las palabras y del respeto debido a las personas
Capítulo XXVIII
De los juicios temerarios
Capítulo XXIX
De la maledicencia
Capítulo XXX
Algunos otros avisos acerca del hablar
Capítulo XXXI
De los pasatiempos y recreaciones, y, en primer lugar, de las que son lícitas y laudables
Capítulo XXXII
De los juegos prohibidos
Capítulo XXXIII
De los bailes y pasatiempos que son peligrosos
Capítulo XXXIV
Cuándo se puede jugar y bailar
Capítulo XXXV
Que es necesario ser fiel en las ocasiones grandes y en las pequeñas
Capítulo XXXVI
Que es menester tener el criterio justo y razonable
Capítulo XXXVII
Los deseos
Capítulo XXXVIII
Aviso a las personas casadas
Capítulo XXXIX
De la honestidad del tálamo nupcial
Capítulo XL
Aviso a las viudas
Capítulo XLI
Una palabra a las vírgenes
CUARTA PARTE DE LA INTRODUCCIÓN
Los avisos necesarios contra las tentaciones más ordinarias
Capítulo I
Que no hay que hacer caso de las palabras de los hijos del mundo
Capítulo II
Que es menester tener buen ánimo
Capítulo III
De la naturaleza de las tentaciones y de la diferencia que hay entre el sentir la tentación y el consentir en ella
Capítulo IV
El sentir y el consentir; dos bellos ejemplos acerca de este punto
Capítulo V
Aliento para el alma que se encuentra tentada
Capítulo VI
De qué manera la tentación y la delectación pueden ser pecado
Capítulo VII
Remedio contra las grandes tentaciones
Capítulo VIII
Que es menester resistir a las tentaciones pequeñas
Capítulo IX
Cómo se han de remediar las pequeñas tentaciones
Capítulo X
Cómo se ha de robustecer el corazón contra las tentaciones
Capítulo XI
De la inquietud Capítulo XII
De la tristeza
Capítulo XIII
De los consuelos espirituales y sensibles y cómo hay que conducirse en ellos
Capítulo XIV
De las sequedades y esterilidades espirituales
Capítulo XV
Confirmación y aclaración de lo que hemos dicho, con un ejemplo notable
QUINTA PARTE DE LA INTRODUCCIÓN
EJERCICIOS Y AVISOS PARA RENOVARSE Y ASEGURARSE EN EL AMOR DE DIOS
Capítulo IQue cada año conviene renovar los buenos propósitos con los ejercicios siguientes
Capítulo II
Consideración sobre el inmenso beneficio que Dios nos hace al llamarnos a su servicio, según la promesa ya citada
Capítulo III
Del examen de nuestra alma sobre el avance en la vida devota
Capítulo IV
Examen del estado de nuestra alma con relación a Dios
Capítulo V
Examen de nuestro estado con relación a nosotros mismos
Capítulo VI
Examen del estado de nuestra alma con relación al prójimo
Capítulo VII
Examen sobre los afectos de nuestra alma
Capítulo VIII
Afectos que es menester excitar después del examen
Capítulo IX
Consideraciones oportunas para renovar nuestros buenos propósitos
Capítulo X
Primera consideración: de la excelencia de nuestras almas
Capítulo XI
Segunda consideración: de la excelencia de las virtudes
Capítulo XII
Tercera consideración: del ejemplo de los santos
Capítulo XIII
Cuarta consideración: del amor que Jesucristo nos tiene
Capítulo XIV
Quinta consideración: del amor eterno de Dios a nosotros
Capítulo XV
Afectos generales sobre las anteriores resoluciones, y conclusión del ejercicio
Capítulo XVI
De los sentimientos que es menester conservar después de este ejercicio
Capítulo XVII
Respuesta a dos objeciones que pueden hacerse acerca de esta «Introducción»
Capítulo XVIII
Tres últimos e importantes avisos para esta «Introducción»