Dios me lo dió, Dios me lo quitó


Satán inflige úlceras a Job


1Sucedió otro día que los ángeles de Dios vinieron para presentarse ante el Señor y vino también Satán entre ellos. 2El Señor le preguntó: "¿De dónde vienes?". Y le respondió Satán: "De dar vueltas por la tierra, recorriéndola entera". 3El Señor entonces le dijo: "¿Te has fijado en mi siervo Job? Nadie hay como él en la tierra; es íntegro y recto, temeroso de Dios y alejado del mal. Todavía se mantiene firme en su integridad a pesar de que me has incitado a destruirlo sin motivo". 4Pero Satán contestó: "Piel por piel. Todo lo que tiene el hombre lo daría por su vida. 5Pero bastará con extender su mano y tocar su carne o sus huesos para que te maldiga en tu cara". 6Y le dijo el Señor a Satán: "Mira, te lo dejo en tus manos. Eso sí, has de respetar su vida".    7Satán salió de la presencia del Señor e hirió a Job con una úlcera maligna desde la planta de los pies hasta la coronilla. 8Job se rascaba con un trozo de teja, sentado entre cenizas (Job 2, 1-8).  2, 

1-2   Vino también Satán entre ellos

EL DEBER DE LOS ÁNGELES. 
 ¿Por qué el texto sagrado presenta a los ángeles haciendo su servicio cada día? Para que aprendamos que los acontecimientos actuales no están fuera de la providencia, sino que los ángeles llevan cuenta de todo lo que sucede a diario, y que cotidianamente son enviados con encargos especiales, aunque nosotros no lo sepamos. Para esto han sido creados, ésta es su tarea, como dice el bienaventurado Pablo: "Enviados para asistir a aquellos que han de heredar la salvación". Y "el diablo -se dice- en medio de ellos". ¿Ves con qué fin están presentes los ángeles y con qué fin está Satanás? "Aquellos para servir", éste para tentar; aquellos para administrar nuestros asuntos, éste para torcerlos. ¿Por qué [Satanás] es interrogado de nuevo delante de los propios ángles? Necesariamente porque había dicho delante de ellos: "Con golpe seguro él te maldecirá en la cara". ¡Oh, naturaleza insolente! Se atrevió nuevamente a venir. Juan Crisóstomo,

Comentario al libro de Job, 2, 1. 2, 3   Job... íntegro y recto

  LA SEMEJANZA DE JOB CON CRISTO.  
 "Me has incitado contra él para afligirlo sin motivo". Si el santo Job es figura de nuestro Redentor en su pasión, ¿cómo es que el Señor dice a Satanás: "Me has incitado contra él"? El Mediador entre Dios y los hombres, el hombre de Cristo Jesús, para destruir las culpas de nuestros delitos vino a soportar los azotes de nuestra condición mortal. Él es de la misma y única naturaleza del Padre, ¿cómo, pues, afirma el Padre haber sido empujado por Satanás contra Él, cuando consta que ninguna desigualdad de poder, ninguna diferencia de voluntad, interrumpe la concordia entre el Padre y el Hijo? El que es igual al Padre en su divinidad ha venido en carne a sufrir por nosotros. No hubiera padecido si no hubiera asumido la condición del hombre caído para redimirlo. Si el primer hombre no hubiera pecado, el segundo no hubiera venido en absoluto ha sufrir las pruebas de la pasión. Como el primer hombre fue apartado del Señor por culpa de Satanás, ahora el Señor se ha sometido a la pasión en el segundo hombre. Así, pues, empujó Satanás al Señor para que afligiera a este hombre de la misma manera que del paraíso arrojó por el pecado de desobediencia al primer hombre de la cima de la santidad. Si no hubiera entregado a la muerte del alma al primer Adán por un pecado voluntario, el segundo Adán no habría venido sin pecado a padecer la muerte voluntaria de la carne. Gregorio Magno, Libros Morales, 3, 14, 26. 2, 

4-5   "Piel por piel"
  JOB SUFRE EN SU CARNE LA PRUEBA DE UNA HERIDA CASI MORTAL. 
Como el diablo no veía que con el golpe de la primera tentación hubiera derribado la constancia del santo varón, viene de nuevo a la presencia de Dios, casi alegando que las cosas con las que [Job] había sido tentado no eran grandes, y dice que debía ser probado no con cosas exteriores, sino con aquellas que tocasen a su propia persona. En efecto, añade que Job, como suelen hacer todos los hombres, había soportado con disimulo la pérdida de los bienes para no poner en peligro su salvación hablando ofensivamente contra Dios. Pues es frecuente en los hombres librarse de pérdidas mayores con daños menores, e incluso, a veces, poniendo delante la mano, salvar la propia cabeza cuando la salvación está en peligro. Juan de Eclana, explicación del libro de Job, 2,

4, 2, 6   "Has de respetar su vida"
  JOB DEBE SER PUESTO A PRUEBA. 
"Pero respeta su vida". Dios no dice esto como si quisiera impedir que el diablo le arrebate la vida a Job, sino que dice: "Respétalo". Es decir, guárdate de no destruir las facultades mentales de Job. Así pues, Dios dispuso las cosas para que el diablo, convencido ante la evidencia de los hechos, reconociese que Job, aun acosado por tantas aflicciones, jamás llegaría a blasfemar. Efrén de Nisibi, Comentario al libro de Job, 2, 6. 2, 7  

Hirió a Job con una úlcera
NATURALEZA DE LA ENFERMEDAD DE JOB. 
Las palabras "e hirió a Job con una úlcera maligna" se refiere a la enfermedad de la elenfantiasis. Cuando esta enfermedad afecta a una persona, todo su cuerpo se pudre, los orificios nasales desaparecen y un pus sucio, amargo y punzante, sale continuamente de su cuerpo; y no sólo inspira horror a los demás, sino también así mismo. Iso'dad de Merw, Comentario al libro de Job,

2, 7. 2, 8   Job.... sentado entre cenizas

  JOB ERA UN ESPECTÁCULO PARA EL MUNDO. 
Dios hizo que Job se sentara "fuera de la ciudad", para convertirse en "espectáculo del mundo" y para que más tarde no se pudiera rechazar la creencia de que él había soportado estas tribulaciones, y para que, andando el tiempo, muchos visitantes pudieran sacar algún provecho. Lo mismo que nuestro Señor permitió a Lázaro estar cuatro días en el sepulcro para que su cuerpo pudiera oler mal, así también [Job] fue abandonado un tiempo considerable en su prueba. Iso'dad de Merw, Comentario al libro de Job, 2, 8.

  La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia
Antiguo Testamento, Vol. 7,  p. 46-48
Director de la edición en castellano Marcelo Merino Rodríguez