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Recuerdo desde muy pequeña, que en mi casa siempre se daban los regalos unidos a una carta. Siempre se le daba mucho valor al contenido de dicha y mis padres y hermanos esperaban aquellas palabras como agua de mayo.(Quizá porque no es muy normal decirle a tus seres queridos con naturalidad todo lo que ellos te aportan).
Será que desde pequeña llegué a practicar tanto (al ser familia numerosa) que de mayor he decido volver a hacerlo, pero desde la perspectiva de hacer lo que más me gusta y lo que realmente me llena.Para ello hice un ejercicio de introspección y sólo tenía una cosa clara, trabajaría haciendo lo que más me gusta en la vida y para lo que he nacido, ¡sí! Pondría mi don al servicio de los demás.
Así es que me embarqué en este proyecto con todas mis fuerzas e ilusión y me planteé crear regalos directos al corazón, una manera de Regalar valoración, amor, admiración y reconocimiento a los demás a través de la sorpresa y la emotividad.
Este proyecto contiene todo lo que soy, sentimientos, creatividad, ilusión, optimismo, amor, emoción y sobre todo aquello que más ilusión me hace, hacer feliz a los demás, y es que… ¡disfruto tanto regalando palabras que animen a la gente y les haga sentirse reconocidos, valorados y admirado en la vida!.
Pienso que estamos viviendo en una sociedad donde no se le da la importancia, que yo creo que tiene, a la valoración de las personas. Se habla mucho de valoración personal pero bien poco de valorar nosotros a los demás.
A lo largo de mi vida social siempre he visto cosas buenas en la gente, cosas por las que se les puede valorar, admirar, reconocer… ¿Por qué no decírselas para que esa persona se sienta llena, útil, valorada, su autoestima suba y pueda sentir un momento de satisfacción personal a través de los demás? Eso es lo que intento cada día, que cada uno de nosotros regale a los que más quiere esas palabras que en el fondo todos necesitamos y agradecemos tanto, esas palabras que tanto nos emocionan y que nos encanta escuchar y sabes por qué… porque son palabras que salen y van directas al corazón.
